En la Fonda (Casa vieja), mis padres y hermanos se iniciaron en el mundo de la gastronomía. Todo comenzó hace muchos años, cuando mi padre tenía vacas y mi madre trabajaba en las casas del pueblo.
Una vez casados, decidieron hacer de esta casa una Fonda, que se convirtió en el centro de reunión de los vecinos de la comarca.
También comenzaron a llegar los primeros viajeros a pasar sus vacaciones. Poco a poco, y con la ayuda de sus tres hijos, el negocio fue creciendo
En 1971 comenzó la construcción de la nueva Fonda Farré, que se inauguró el 20 de abril de 1972. Durante años, la casa “Vieja” estuvo cerrada, hasta que, después de mucho trabajar, hemos vuelto a abrir sus puertas, transformada en pensión de primera categoría.
Poca cosa os puedo contar de la vieja historia de casa “Vieja”, ya que aún no había nacido, pero sí puedo decir que estoy muy satisfecho de haber podido recuperar el lugar donde se forjaron los sueños de mis padres y donde nace para nosotros el mundo de la gastronomía.
Hoy, son ustedes nuestros bienvenidos huéspedes, los cuales pueden volver a descansar en la Fonda Farré de siempre.
Soy la más pequeña parte de esta larga historia, pero ustedes y yo continuaremos este viaje juntos.
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